Me engañó




Fui un ángel del cielo que velaba los sueños de los niños. 

Un día vi un ángel nuevo en el cielo o al menos era la primera vez que lo veía, era tan bello con su cabello rubio. Se acercó y me dijo:

_Soy Azurk, un ángel que solo se va enviado a luchar contra el mal de los ejércitos infernales inferiores cuando afectan a los humanos. Soy solitario, suelo estar en esta orilla del lago hasta que me llama_.

_Soy Eleonoreth _le dije.

Me invitó a visitarlo cuando quisiera y estuvimos un rato mirando el lago cristalino. Yo lo observaba de reojo, sus ojos azules. Me contó sobre sus luchas, en las cuales ha vencido y visto toda clase de seres informes. Luego, rezó un Gloria a María. Yo callé y después le conté que cuido niños.

_Era de esperarse dulce labor para encantadora ángel celestial. Nunca presto tanta atención pero no puedo evitarlo ante tu belleza y santidad_.

Yo me sonrojé y le agradecí asegurando exageraba, que solo cumplo las órdenes de Dios.

_Dios es sabio. Tu ser es para dulce labor como la dulzura de tu piel_.

Me rozó el brazo izquierdo mientras lo dijo. Yo me avergoncé y no supe qué decir.

_Debo irme, Eleonoreth. ¿Me ofreces el honor de verte mañana?

_Sí _dije sin pensar. Su voz era encantadora, delicada como una caricia.

Al siguiente día fui a verlo y conversamos mucho tiempo celestial sobre el día de cada uno. Él estaba lastimado y yo lo curé con agua y laurel. Me contó su lucha inspirando valentía y yo le conté mi día cuidando pesadillas. Me miró tan profundo al escucharme que no podía hablar, tartamudeaba. 

De repente se acercó y rozó mis labios. Yo no podía detenerlo, quería pero también sentía algo extraño como el deseo humano del que me han contado ángeles que alejan la lujuria. Sentía su piel por mi piel y empecé a sentir mucho calor, en segundos estaba ardiendo. Dolía tanto y mientras hervía mi sangre vi que era un demonio horrible. 


_Te engañé, soy Lucifer, mi encanto_.


Imagen compartida por Joseph Garcia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gracias a ella

Todo lo que eres

El monstruo